Los orígenes del aceite de oliva

El aceite de oliva tiene una larga historia detrás. El origen de su producción se encuentra desde los ríos asiáticos Tigris y Éufrates hasta África, donde se encontraron las primeras plantaciones. Sin embargo, existen estudios en los que se afirma su existencia temprana en el Paleolítico, que se encontraría alrededor del año 12.000 a.

Hacia el 2000 a. C. se empezó a utilizar el aceite de oliva en usos domésticos, pero sólo las clases altas tenían acceso a este privilegio gastronómico. Además, explica la leyenda que, Isis, una de las principales diosas del Antiguo Egipto, fue la pionera en enseñar el cultivo de olivo a los hombres de aquella época. En el interior de las cámaras funerarias egipcias y en los sarcófagos de algunos faraones, se encuentran representadas las ánforas con aceite de oliva y, por tanto, se confirma su existencia en ese momento y la gran importancia que le daban los egipcios al oro líquido. Sin embargo, el bajo rendimiento de aceite y su escasa producción, fue la causa de importación hacia otras zonas de cultivo, como por ejemplo, en Grecia.

En los alrededores del siglo VII a. C. y en plena época de expansión colonial griega, la producción de aceite llegó hasta Italia, y en concreto, en Fenici, la principal localidad comerciante de aquel momento. Por tanto, el Imperio Romano no fue menos. Los romanos introdujeron este producto de calidad, junto con el pan y el vino, en elementos imprescindibles en su economía y se convirtieron en uno de los principales exportadores, haciendo uso del aceite, no sólo en usos gastronómicos, sino también como combustible para obtener luz a sus hogares o como elemento cosmético y medicinal para curar cualquier enfermedad.

A partir de entonces, se establecieron las conocidas rutas comerciales entre Egipto, Grecia y otras zonas cercanas al mar Mediterráneo, como es el caso del sur de la Península Ibérica, que sería la Andalucía de la actualidad.

Y desde ese momento, ha ido evolucionando su producción hasta llegar a un ámbito mundial, donde España y en concreto, las tierras catalanas, se encuentran al frente del ranking de productores debido a la exclusividad y la gran calidad del aceite de oliva virgen extra.