Hoy celebramos el Día Mundial de la Agricultura, una fecha para reconocer el trabajo de miles de payeses que, con su esfuerzo y dedicación, alimentan el mundo. Desde la Cooperativa de Maials queremos aprovechar este día para rendir homenaje a esas personas que hacen posible uno de nuestros tesoros más preciados: el aceite de oliva virgen extra.
En un territorio marcado por la historia y una profunda conexión con la tierra, los agricultores de Maials trabajan incansablemente durante todo el año, cuidando de los olivos con la precisión y el amor que solo quien vive de la tierra puede entender. Su tarea no es solo un trabajo; es una forma de vida que se transmite de generación en generación, combinando las técnicas tradicionales con los avances más modernos para obtener un producto de calidad excepcional.
Cada gota de aceite que producimos en nuestra cooperativa tiene una historia, y esta comienza en el campo. Con el trabajo de agricultores que conocen cada rincón de sus fincas, los ritmos de la naturaleza y que entienden que, para obtener un producto de alta calidad, es necesario respetar el tiempo de la tierra. Gracias a este meticuloso cuidado, el aceite de Baró de Maials se distingue por sus propiedades, su pureza y su sabor inconfundible.
A todos los agricultores que trabajan la tierra con dedicación y respeto: gracias. Sois la esencia de nuestra cooperativa y la razón por la que podemos ofrecer al mundo el auténtico aceite de oliva virgen extra de Baró de Maials.